Nuevas formas de alfabetización y nuevas competencias en el e-learning
Autor: Tapio Varis*
Las nuevas posibilidades de aprendizaje exigen nuevas formas de alfabetización e innovadoras competencias, lo que constituye un reto de primer orden.
En su alocución inaugural del Foro Mundial de Cátedras UNESCO, el 13 de noviembre de 2002, el Sr. Koichiro Matsuura, Director General de este organismo internacional, subrayó la necesidad de que los materiales educativos estén disponibles gratuitamente en Internet, así como las posibilidades reales de que así sea. A consecuencia de ello, se ha puesto en marcha la iniciativa «recursos educativos abiertos», como un mecanismo de cooperación para que el acceso a los recursos educativos sea abierto y no comercial (Matsuura 2002).
No obstante, una aplicación eficaz de estas nuevas posibilidades de aprender exige nuevas formas de alfabetización y nuevas competencias en aprendizaje electrónico, lo cual constituye un reto de primer orden a escala mundial y en determinadas áreas del planeta. A escala global, el sector de educación de la UNESCO está preparándose para coordinar la Década de la Alfabetización de las Naciones Unidas de 2003 a 2012, con el objetivo de demostrar que antes de 2012 habrá más personas alfabetizadas en el mundo que de haber continuado tal como hasta ahora (Education Today, No 2, 2002 http://www.unesco.org/education/education_today/today02.pdf).
En el Viejo Continente, el objetivo de conseguir una e-Europa y justicia social, así como evitar la propia brecha digital, exige que se afronte el reto trabajando para garantizar que todos los sectores de la sociedad europea puedan de beneficiarse de las oportunidades de empleo, educación y desarrollo que brindan las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) (Prometeus Newsletter nº 16, marzo de 2002 http://www.prometeus.org/news/PROMETEUS_Newsletter16.pdf).
Existen numerosas definiciones de alfabetización. En esencia, se refieren a la capacidad de los individuos para comprender textos escritos y para comunicarse por medio de material escrito. La mayor parte de definiciones actuales describen la alfabetización en términos relativos y no absolutos, considerando que no existe un nivel único de competencias o conocimiento que califique a una persona como alfabetizada, sino más bien múltiples niveles y tipos de alfabetización (por ejemplo, la formación aritmética elemental o la adquisición de competencias tecnológicas).
Para ser coherentes con las situaciones de la vida real, las definiciones de alfabetización deben tener en cuenta tanto las competencias necesarias en los contextos extraescolares como las exigidas en un entorno escolar (Wagner 2001). La alfabetización mediática es multidimensional (Varis 2000). La alfabetización digital es la capacidad para comprender y utilizar información en formatos múltiples a partir de una amplia gama de fuentes cuando se presenta por medio de ordenadores (Gilster 1997).
De acuerdo con la Cumbre sobre Alfabetización del Siglo XXI (21st Century Literacy Summit, celebrada en Berlín en 2002, http://www.21stcenturyliteracy.org/), los nuevos enfoques subrayan las competencias para utilizar la información y el conocimiento, que trascienden la base tradicional de lectoescritura y cálculo.
Profesores, estudiantes, trabajadores y ciudadanos deben incorporar desde ahora los siguientes elementos para desarrollar sus conocimientos y capacidad de razonamiento crítico:
> Alfabetización tecnológica: la capacidad de utilizar nuevos medios, como Internet, para acceder a la información y comunicarla eficazmente.
> Alfabetización informacional: la capacidad de recopilar, organizar y evaluar la información y formarse opiniones válidas basadas en los resultados.
> Creatividad mediática: la capacidad, cada vez mayor, de los ciudadanos de producir y distribuir, dondequiera que se encuentren, contenidos para audiencias de todos los tamaños.
> Alfabetización global: consiste en comprender la interdependencia entre las personas y los países y tener la capacidad de interactuar y colaborar eficazmente a través de las culturas.
> Alfabetización responsable: la competencia de examinar las consecuencias sociales de los medios de comunicación desde el punto de vista de la seguridad, la privacidad y otros.
Los retos de las alfabetizaciones del siglo XXI
Este nuevo concepto de alfabetización plantea enormes retos en tres ámbitos fundamentales de nuestras vidas:
> Educación: pese a la concienciación respecto a que centros educativos y profesores deben cambiar para ayudar a los estudiantes a adquirir las competencias necesarias, la mayoría de los esfuerzos en materia de educación todavía distan de alcanzar este objetivo.
> Competencias en el lugar de trabajo: también muchas empresas siguen sin comprender plenamente la necesidad de formar a sus trabajadores y las consecuencias de no hacerlo.
> Compromiso cívico: aunque son muchos los gobiernos que han comenzado a ofrecer sus servicios electrónicamente, las administraciones públicas y las autoridades legislativas todavía tienen que encontrar la manera de facilitar el acceso a los mismos. El sector público y las organizaciones sin ánimo de lucro deben seguir ayudando a los ciudadanos a utilizar las herramientas de Internet para participar en la política y en las actividades públicas.
La sociedad del conocimiento aumentará su demanda de nuevas alfabetizaciones digitales o de competencias en aprendizaje electrónico. La «American Society for Training and Development» (Sociedad Estadounidense de Formación y Desarrollo) define el aprendizaje electrónico como el uso de Internet y de las tecnologías digitales para crear experiencias que sirven para educar a nuestros congéneres. Las e-tecnologías no cambian la manera que tienen los seres humanos de aprender, pero ayudan a eliminar obstáculos. El aprendizaje electrónico no consiste solamente en navegar por Internet o en descargar material de formación en línea (Horton 2001).
El Plan de acción europeo «eLearning» de 2001 define el aprendizaje electrónico como la utilización de las nuevas tecnologías multimedia y de Internet para mejorar la calidad del aprendizaje facilitando el acceso a recursos y servicios, así como los intercambios y la colaboración a distancia.
Ello exige una nueva alfabetización en aprendizaje electrónico y la adquisición de nuevas competencias en ese ámbito. La primera consiste en resolver una ecuación cuyos términos son: qué tipo de información se necesita, dónde obtenerla y cómo transformarla en conocimiento, presentarla y gestionarla.
Una las preguntas básicas que se plantean al hablar de aprendizaje electrónico es: ¿qué tipo de conocimiento y competencias permitirán que se desarrollen los recursos humanos? (Learningcircuits, 2001). La larga lista de competencias necesarias puede dividirse entre competencias generales de gestión, competencias sobre métodos de divulgación y competencias sobre métodos de presentación.
¿Cómo debe funcionar un equipo competente de aprendizaje electrónico?
William Horton ha elaborado un ejemplo detallado de cómo debe ser un equipo de aprendizaje electrónico competente (Horton 2001). Un equipo encargado de producir material de calidad para el aprendizaje electrónico estaría formado por unos dieciséis miembros. En primer lugar, sería preciso contar con una persona que gestionara todo el proyecto. En segundo lugar, tres miembros se encargarían de diseñar el curso, incluido un jefe de proyecto, un responsable de los módulos y un experto en la materia en cuestión. En tercer lugar, serían necesarias seis personas para elaborar el contenido: un integrador de contenidos, un redactor, un grafista, un productor de contenidos multimedia, un codificador HTML/XML y un programador.
En cuarto lugar, se precisaría tres miembros para proporcionar la infraestructura técnica. Estas personas serían un administrador de red/servicios, un programador de servidores/bases de datos y un especialista técnico de apoyo. En quinto lugar, se necesitan tres miembros para dirigir el aprendizaje electrónico: un administrador (programa de estudios), un encargado de curso y un profesor en línea.
La conferencia Prometeus, celebrada en París en septiembre de 2002, debatió, entre otras cosas, acerca de los modelos de aprendizaje y las competencias digitales. La conferencia trató de responder a preguntas como:
> ¿qué enfoque adoptar ante el aprendizaje en un medio virtual y cómo combinar las formas tradicionales con las nuevas formas de aprendizaje permanente?
> ¿qué resultados prácticos dan diversas soluciones como el aprendizaje autodirigido o facilitado a través de la red, las clases virtuales y los formatos de debate etc?
> ¿en qué fase de desarrollo se encuentran los modelos actuales de aprendizaje experimental e interactivo?
El caso e-WSOY de Finlandia, presentado por el Sr. Mikko Laine, vicepresidente y representante del grupo de esta empresa electrónica, permite hacerse una idea sobre cómo las nuevas formas de presentar el conocimiento podrían mejorar la experiencia de aprendizaje que ofrecen los centros docentes. En el modelo de aprendizaje electrónico de «publicación», el profesor es el productor o el diseñador. Un modelo «catalizador» insiste en el intercambio bidireccional a la hora de crear conocimiento. El caso de la pequeña empresa «University for Industry», presentado por el profesor Sam Allwinkle, de la Napier University (Reino Unido), presentaba la evolución de un proyecto educativo, desde la planificación y el marketing hasta la fase operativa y, finalmente, la medición de resultados. La ponencia sobre la nueva Biblioteca Virtual de Alejandría, de Jacques Vauthier, se concentró en los aspectos educativos de este proyecto, exponiendo oportunidades interesantes para el aprendizaje interactivo y experimental en el ámbito del aprendizaje permanente.
Mi enfoque propio en esta conferencia de Prometeus 2002 da prioridad a una nueva educación renacentista, que haga hincapié en la nueva cultura del aprendizaje, más centrada en la persona que aprende que en el profesor, y que combina la tecnología con las humanidades, el arte e incluso la religión. Los nuevos modelos y estilos de aprendizaje incluyen el aprendizaje a través del descubrimiento y la investigación, el aprendizaje basado en la resolución de problemas y en las relaciones con la comunidad, etcétera, en los que lo primordial es la gestión de uno mismo. Las nuevas tecnologías y el aprendizaje electrónico se convierten, así, en herramientas complementarias de las clases presenciales tradicionales y, de ese modo, se pueden adoptar enfoques nuevos, mixtos, para mejorar la calidad y el contenido del aprendizaje. Son varias las recomendaciones que podrían formularse; por ejemplo,: cuando diseñemos programas de aprendizaje electrónico deberíamos comenzar teniendo presente cómo aprenden las personas, teniendo en cuenta su experiencia vital, en entornos formales y abiertos, centros de trabajo, con los medios de comunicación y en situaciones de la vida real.
*Tapio Varis es catedrático de Educación Mediática de la Universidad de Tampere, Finlandia, y titular de una Cátedra UNESCO de aprendizaje electrónico global, con aplicaciones multidisciplinarias. Esta nota fue publicada originalmente en el portal e-Learning Europa. La versión original del trabajo del Prof. Varis se encuentra en inglés en la página:
Bibliografía:
> Education Today, Newsletter No 2 Julio-septiembre de 2002, Unesco, París, 2002. Versión en español: Educación Hoy.
> Gilster, Paul: Digital Literacy, Wiley and Computer Publishing, 1997.
> Horton, William: Leading e-Learning, American Society for Training and Development, Alexandria, Estados Unidos, 2001.
> http://www.learningcircuits.org/2001/mar2001/competencies.html
> http://www.21stcenturyliteracy.org/whatis
> http://www.prometeus.org
> Matsuura, Koichiro: Conferencia ante el Foro Mundial de Cátedras Unesco, Unesco, París, 13 de noviembre de 2002.
> Prometeus Newsletter No 16, (marzo de 2002).
> Wagner, Daniel: Literacy and Adult Education, Unesco, París, 2001.
> Varis, Tapio: «Image Education and Media Literacy» en Approaches to Media Literacy and e-Learning, taller organizado por la Comisión Europea, Bruselas, 16 de noviembre de 2000.